La reacción de Séfora fue muy particular. Moisés, después de haber hablado con el Ángel de Jehová, fue a hablar con su suegro, Jetro, para avisarle que tiene que volver a Egipto. Sin darle la razón por la cual él iba a hacer eso, toma a su familia consigo y se prepara para emprender el camino a Egipto. Algunos comentadores nos hablan de la posibilidad de que Séfora no llegó hasta dicho lugar, pero lo que sí sabemos es que ella estaba al momento de ocurrido el incidente. Llama la atención el hecho de que ella haya reaccionado de esa manera en dicha situación. ¿Por qué lo hizo de esa manera?¿A qué se debe el hecho de que le haya dicho a Moisés: “…esposo de sangre eres para mí…” (vers. 25)? En primer lugar, nos encontramos con algunos comentadores que nos hablan del hecho de que al ver Séfora de que Moisés agarró una enfermedad grave y al no querer que su esposo muriera tomó a su hijo y lo circuncidó; otros nos hablan de que no era una enfermedad grave la que tuvo Moisés sino que fue el Señor mismo quien se le apareció e intentó herirlo. Sin embargo, todos coinciden que ella reaccionó de dicha manera por saber de que se trataba de la falta de circuncisión de su hijo. Ahora, ¿cómo sabía ella de qué se trataba? Como la mayoría de los comentaristas se centra más que nada en el hecho en sí mismo, se puede deducir que ella estaba sabiendo de qué se trataba por la manera en que ella reaccionó. En este aspecto, podemos encontrar comentarios que nos hablan de las costumbres que tenían los madianitas, diferentes a la de los descendientes de Abrahán y que pareciera ser que Séfora no estaba muy de acuerdo con la misma. Es por ello que había pasado el tiempo y no habían practicado el ritual con su hijo, tiempo en el cual Moisés tampoco había hecho nada para llevarlo a cabo. Luego de dicha situación fue como que ella quedó un tanto disgustada con Moisés por lo que tuvieron que vivir. Se cree que fue en tono de reproche y que lo hizo de esa manera por no estar de acuerdo con dichas prácticas. Pero como no se menciona más del tema y todo se limita a estos tres textos, no queda más que decir que sólo son deducciones sobre el mismo.
domingo, octubre 24, 2010
lunes, octubre 18, 2010
Algo más...
El Comentario Bíblico Adventista, luego de la partida de Moisés hacia Egipto, nos habla de la posibilidad de que su hijo mayor, Gersón, había sido circuncidado de acuerdo con las costumbres judías, y que el menor, Eliezer, era el que todavía no había cumplido o mejor dicho que sus padres no había practicado en él lo encomendado por el Señor. Además agrega: “No creyendo la necesidad de la circuncisión, Séfora había resistido la intención de su esposo de circuncidar a Eliezer en el tiempo señalado. La aparición del Ángel puso de manifiesto que su oposición no excusaba a Moisés de la administración del rito. Ahora, cuando la vida de su esposo estaba en peligro, ella sintió la necesidad de llevar a cabo la operación por sí misma.”(529). Si Dios nos encomienda una tarea él pide todo de nosotros, no por el hecho de que él sea egoísta sino porque además de que se merece toda la adoración, sabe muy bien de qué es lo mejor para nosotros y que puede llegar a ser una bendición para nuestras vidas.
En La Biblia Amplificada podemos leer lo que sigue: “…, al comenzar un largo viaje (Moisés) con una importante misión, no puede permitirse el lujo de no estar circuncidado, o estarlo imperfectamente…La acción de Séfora es un tipo de circuncisión vicaria, que, dada la urgencia de la misión de Moisés, es suficiente para satisfacer el pacto.”(66).
Con respecto al encuentro de Dios con Moisés en el camino surgen comentadores que sugieren que no fue el Señor mismo quien lo visitó, sino que Él había mandado una enfermedad mortal a Moisés y que éste había caído en cama muy grave. Uno de dichos comentarios menciona lo siguiente: “Algunos autores creen que esta amenaza de Dios contra Moisés no hay que tomarla al pie de la letra, sino como expresión de una enfermedad enviada por Dios, en la que estuvo a punto de morir. En todo caso, Séfora, la esposa de Moisés, creyó ver en ella un castigo de Dios, y suponiéndola causa de ello, circuncidó a su hijo (vers. 25).”(Comentarios a Éxodo, 413).
Recordemos lo que nos menciona el texto bíblico: “Por el camino, en un lugar donde pasaba la noche, salióle Yahvé al encuentro, y quería matarle…” (vers.24). Como vimos, Dios intimidó a Moisés para recordarle cuál era su voluntad. Dios siempre está dispuesto a darnos otra oportunidad, y otra, y otra, y todas las que fuese necesario para que podamos seguirlo y hacer su voluntad, porque es “para nuestro bien!!”.
lunes, octubre 04, 2010
Lo que algunos piensan...
Seguir Su Voluntad y no la nuestra es el deseo de nuestro Señor. Nos veremos más beneficiados al seguir la Verdad como Dios la plantea que como la entendemos nosotros. Por ello la importancia de comprender los caminos del Señor y no lo lograremos a menos de que estemos en constante comunión con Él.